viernes, 13 de junio de 2014

LA ESTRUCTURA DE LA CIENCIA. PROBLEMAS DE LA LÓGICA DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA. Ernest Nagel



SEPTIMA SEMANA
SEGUNDA LECTURA

LA ESTRUCTURA DE LA CIENCIA. PROBLEMAS DE LA LÓGICA DE LA  INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
Ernest Nagel

Es el objetivo fundamental de toda ciencia. Las ciencias pretenden, sustancialmente y ante todo, dar explicaciones sistemáticas y bien fundamentadas del máximo número posible de regularidades naturales. Por explicación hay que entender, en principio, toda respuesta que sigue a un «¿por qué?». Como las preguntas son ambiguas y pueden hacerse desde muchas perspectivas, los tipos de explicación que se intentan son también múltiples. Normalmente se entiende que las explicaciones se hacen recurriendo a leyes y principios y que éstos son satisfactorios. No son explicaciones satisfactorias, y no son, por tanto científicas, aquellas que recurren a la intervención de poderes o seres imaginarios; las que provienen de la llamada «filosofía popular», o de la «sabiduría popular» y las que son propias de las técnicas y saberes prácticos. Este tipo de explicación ha cumplido su propia función histórica, como antesala y preparación de la ciencia, pero ésta, asumiendo los mismos objetivos (entender y explicar el mundo) ha mejorado la manera de hacerlo (metodología científica).

Según Nagel, hay cuatro modelos fundamentales de explicación:

1. Modelo deductivo:
Según este modelo, cuya elaboración se debe principalmente a Hempel y Oppenheim, y que adoptó la concepción heredada de la ciencia, las explicaciones se expresan en forma de argumentos deductivos, en los que las premisas, denominadas explanans justifican necesariamente la conclusión, que se llama explanandum. 

Supongamos que queremos explicar por qué el brazalete de Ana se fundió cuando se calentó a 1063 grados C. Podemos hacerlo observando que el brazalete de Ana es de oro y que las cosas que son de oro funden cuando se las calienta a la temperatura de 1063 grados. Podemos ejemplificarlo de la siguiente manera:
Todos los objetos de oro, si se calientan a una temperatura igual o superior a 1063 gradosC, funden (ley general)
El brazalete de Ana era de oro y fue calentado a 1063 grados C (condiciones iniciales)

Según Hempel, este modelo debe cumplir con determinadas condiciones (3 lógicas y 1 empírica):

El explanandum debe ser una consecuencia (deductiva o probabilística) del explanans; elexplanans debe contener al menos una ley general, en la que se funda la fuerza deductiva o probabilística del explanandum; la premisa legaliforme del explanans debe cumplir con el requisito de contrastabilidad empírica (sus enunciados han de ser contrastables); el explanans ha de ser verdadero (ver texto ).

I. Condiciones lógicas de la adecuación
R1. El explanandum ha de ser consecuencia lógica del explanans: el explanandum debe deducirse lógicamente de la información que contiene el explanans, pues de otro modo el explanans no constituiría la base adecuada para el explanandum.

R2. El explanans ha de contener leyes generales, y éstas deben ser realmente necesarias para derivar de ellas el explanandum. No haremos sin embargo condición necesaria de una explicación sólida que el explanans contenga al menos una afirmación que no sea una ley;

R3. El explanans tiene contenido empírico, es decir, debe ser capaz, al menos en principio, de comprobación mediante experimentación u observación. Esta condición está implícita en (R1), puesto que si se da por supuesto que el explanandum describe un fenómeno empírico, de (R1) se sigue que el explanans entraña al menos una consecuencia de carácter empírico, y este hecho le confiere comprobabilidad y contenido empírico. Pero este punto merece mención especial dado que determinados argumentos que se han ofrecido como explicaciones en las ciencias naturales y en las sociales violan tal requisito.

II. Condición empírica de la adecuación.
R4. Las oraciones que constituyen el explanans deben ser verdad. Es evidente que, en una explicación sólida, las afirmaciones que constituyen el explanan han de satisfacer una serie de condiciones de corrección fáctica. Pero podría resultar más adecuado estipular que el explanans debe verse confirmado en sumo grado mediante todas las pruebas pertinentes de que se disponga, más que ser verdadero.

2. Modelo probabilístico
Explicación propia de aquellas ciencias que recurren a hipótesis probabilísticas o estadísticas, por ejemplo, las leyes de la herencia (¿Por qué sucede que en la progenie de guisantes híbridos obtenidos cruzando progenitores redondos y arrugados aproximadamente 3/4 de los guisantes son siempre redondos y 1/4 arrugados? Obviamente, el hecho es una regularidad estadística, no una invariable asociación de atributos y está formulada como la frecuencia relativa de una característica determinada en cierta población de elementos.).

En este caso, las leyes a las que podemos recurrir para explicar el problema, al ser de naturaleza probabilística o estadística, no permiten el uso de un esquema nomológico-deductivo. En aquellos casos en que la premisa que tiene forma de ley es de carácter estadístico, la conclusión, el explanandum, no se deduce necesariamente y tiene sólo un valor de probabilidad (estadística); o lo que es lo mismo, el explanans implica al explanandum sólo con un cierto grado (por elevado que sea) de probabilidad.

Se trata, por consiguiente, de un razonamiento inductivo y la clase de explicaciones que siguen este modelo se denominan explicaciones probabilísticas o inductivo-estadísticas (I-E), que gozan de probabilidad inductiva o lógica, por lo que sólo confieren verosimilitud.

Como que este modelo inductivo-nomológico admite la posibilidad de construir dos explicaciones con explanans lógicamente compatibles, cuyos explanandum resultan lógicamente incompatibles entre sí.

Hempel precisó posteriormente que una explicación de este tipo es buena sólo si muestra que su explanandum tiene una alta probabilidad de ocurrir.

3. Modelo genético
Propio de las ciencias humanas de ámbito histórico, describe la manera cómo ha evolucionado o variado a lo largo de la historia el explanandum, u objeto que debe explicarse, a partir de otro anterior. En las premisas deberá incluirse un gran número de sucesos o hechos particulares, que resulten pertinentes con el explanandum y que mantengan con él una supuesta relación de causa y efecto. Como toda explicación, hecha según el modelo deductivo, las premisas han de incluir también alguna ley general (fuertes tendencias). Estas leyes generales serán normalmente suposiciones generales sobre relaciones causales entre sucesos (ver texto).

¿Por qué la lengua inglesa actual tiene tantas palabras de origen latino? El hecho histórico para el cual se pide una explicación, en este caso, es un complejo conjunto de hábitos lingüísticos manifestados por ciertos hombres durante un período histórico definido un poco vagamente, en diversas partes del mundo. También es importante observar que, en este ejemplo, la pregunta «¿por qué?», a diferencia de las preguntas anteriores, tácitamente pide una explicación acerca de cómo se ha desarrollado determinado sistema hasta adquirir su forma actual, a partir de alguna etapa anterior del sistema. [...] Una explicación admisible del hecho en cuestión, por lo tanto, tendrá que mencionar cambios sucesivos a través de un período de tiempo y no solamente un conjunto de sucesos en algún tiempo inicial anterior. Por lo tanto, la explicación corriente de ese hecho incluye referencias a la conquista de Inglaterra por los normandos, al lenguaje utilizado por los vencedores y los vencidos antes de la conquista y a los procesos que se operaron en Inglaterra y en otras partes después de la conquista. Además, la explicación supone una serie de generalizaciones más o menos vagas (no siempre formuladas explícitamente, y algunas de las cuales, sin duda, tienen un contenido estadístico) concernientes a las formas en que los hábitos lingüísticos de comunidades con lenguas diferentes sufren alteraciones cuando estas comunidades entran en un íntimo contacto.

4. Modelo funcional o teleológico
Explica su objeto propio (explanandum propio de la biología, psicología, antropología y ciencias sociales humanas) en términos de acción, función o fin (telos). Es distintivo de los sistemas a los que, de algún modo, se atribuye «finalidad», o «intencionalidad». Se caracteriza por utilizar expresiones como: «con la finalidad de...», «para que...», etc. Lo que debe explicarse (explanandum), en una explicación de tipo funcional, es una acción, según aquella expresión: «la función de x es hacer y» (la función del corazón es bombear la sangre en el organismo). Se suele distinguir entre explicación funcional y explicación teleológica.

La explicación funcional considera hechos generales del mundo animal que se refieren a la acción de una parte con miras al funcionamiento del todo, mientras que la explicación teleológica trata de hechos particulares de individuos dotados de la conciencia de fin (finalidad propia) o de conductas «activiformes» (que parecen tender a un fin). Una y otra suelen oponerse a las explicaciones causales.

Algunos filósofos actuales, siguiendo a Bas van Fraassen, piensan que la función de la ciencia es hacer predicciones, no la de ofrecer explicaciones. Van Fraassen considera que las explicaciones solamente tienen un valor meramente pragmático y psicológico, ya que actúan como instrumentos conceptuales destinados a reducir nuestra ansiedad ante lo inesperado, lo sorprendente o maravilloso.


Resumen elaborado por Dante Hurtado

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