DÉCIMA
SEGUNDA SEMANA
PRIMERA
LECTURA
DE
LA EPISTEMOLOGÍA A LA HERMENEÚTICA
Richard
Rorty
Tradicionalmente se ha separado a la epistemología y a la
hermenéutica, puesto que la primera trata de lo conmensurable y la segunda, lo
inconmensurable. Sin embargo, en mi opinión, hoy en día es posible unir a la epistemología
y la hermenéutica sólo si partimos de una teoría de la epistemología
contemporánea: la teoría de la verdad como aceptabilidad racional en
condiciones epistémicas óptimas. Dicha teoría permite justificar lo
conmensurable y entender lo inconmensurable.
Frecuentemente
ha se acusado a la hermenéutica de irracionalidad, pues Rorty en La filosofía
como espejo de la naturaleza, establece que la forma habitual de tratar la
relación entre hermenéutica y epistemología es sugerir que se dividan la
cultura entre sí: la epistemología se ocuparía de la parte seria e importante,
aquélla con la cual cumplimos las obligaciones con la racionalidad y, en
cambio, la hermenéutica, de todo lo demás.
Lo
que está de fondo en esta división es que el conocimiento, en sentido estricto,
episteme, debe tener un logos que sólo puede estar dado por el descubrimiento
de un método de conmensuración. Así pues, la idea de conmensurabilidad está
incluida en la noción de cognición auténtica, por lo que las cuestiones de
gusto, de opinión, no tienen por qué caer dentro de la epistemología; y, por el
contrario, lo que la epistemología no puede hacer conmensurable se desprecia
como meramente subjetivo.
La
acusación de irracionalidad en la hermenéutica, por otro lado, establece
Vattimo, en Más allá de la interpretación, se formula mediante una noción débil
de racionalidad, entendida como la capacidad de proponer argumentos
públicamente reconocibles, en vez de simples intuiciones poéticas. Así pues, lo
epistemológico es lo que Kuhn llama ciencia normal, mientras que lo
hermenéutico es sólo el encuentro con un sistema de metáforas, con un nuevo
paradigma, cuya comprensión y aceptación nada tienen que ver con el
procedimiento demostrativo, si acaso, con la argumentación persuasiva.
Frente
a esta división entre epistemología y hermenéutica, y contra las acusaciones de
irracionalidad hacia la hermenéutica, propongo que tanto la epistemología, como
la hermenéutica filosófica utilizan criterios de racionalidad semejantes, tanto
para establecer lo conmensurable, como para comprender lo inconmensurable. Y es
que, en la epistemología contemporánea, se ha propuesto la teoría de la verdad como
aceptabilidad racional que utiliza el criterio de verdad como adecuación y,
dicha teoría, ofrece una solución a los problemas de comprensión entre
individuos de marcos conceptuales diferentes mediante el diálogo, la
interpretación, en lugar de la traducción y acuerdos racionales. Asimismo, la
hermenéutica filosófica ha propuesto una noción de verdad basada en el criterio
de adecuación y resuelve el problema de la comprensión de marcos
inconmensurables mediante el diálogo, la interpretación y la discusión
racional.
En
consecuencia, lo que podemos observar es que ambos campos del conocimiento
utilizan criterios de verdad y racionalidad semejantes, por lo que ya no se
sostiene la tradicional división entre epistemología y hermenéutica.
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