DÉCIMA PRIMERA SEMANA
PRIMERA LECTURA
EL MITO DEL MARCO
Karl Popper- Resumen
Para Karl, en estos
tiempos la intelectualidad defiende el irracionalismo, dando por supuestas
ciertas doctrinas irracionalistas, uno de los elementos integrantes del
irracionalismo moderno es el relativismo, doctrina según la cual la
verdad es relativa al trasfondo intelectual. Estudia el problema del
relativismo, sosteniendo que detrás de esta, se encuentra el llamado “mito del
marco”, explica y critica este mito, a la vez que comenta argumentos que se han empleado para
defenderlo.
Los relativistas
exponen patrones de comprensión recíproca de modo excesivo para cualquier
criterio realista que al no satisfacerlos afirman la imposibilidad de
comprensión, a lo que Karl sostiene que, cuando hay voluntad y esfuerzo, es
posible una comprensión verdaderamente amplia, ya que durante el proceso el
esfuerzo se compensa tanto por lo que aprendemos sobre nuestras propias
opiniones como por lo que tratamos de comprender; refuta al relativismo de modo
amplio.
Es admirador de la
ortodoxia, pues el aumento del conocimiento depende, totalmente, de la
existencia del desacuerdo, ya que este puede conducir a la discusión, al
argumento y a la crítica mutua.
Para Karl; El mito tiene el aspecto de un juicio
sobrio, de una advertencia sensible, a la que debemos prestar importante
atención en el momento de mantener una discusión racional. El “marco” es el conjunto de supuestos
básicos o principios fundamentales; un marco intelectual. El mito contiene un núcleo de verdad, entendiéndose que será
difícil una discusión si los marcos
tienen poco en común, así como si los participantes están de acuerdo en todo,
la discusión resultaría más cómoda, fácil y racional, aunque tal vez un poco
aburrida. En este sentido, la utilidad, dependerá de la distancia originaria
entre las opiniones de los participantes en la discusión. Cuanto más grande sea
esa distancia, más fructífera puede ser
la discusión, si esta no es en lo absoluto imposible, como lo afirma el mito
del marco.
Karl, hace referencia
de casos extremos:
-Al contemplar con
tolerancia y respeto las costumbres y las leyes convencionales, distintas a las
nuestras, hay posibilidad de confrontación fructífera entre personas
profundamente comprometidas con marcos diferentes, que a pesar de una
conversación prolongada no podemos esperar que terminen en acuerdo los
participantes.
-Nuestra civilización
occidental es el resultado del choque o confrontación de diferentes marcos. Sugiere,
que nosotros mismos y nuestras actitudes son el resultado de confrontaciones y
discusiones no concluyentes, como lo señala Herodoto.
- Hace referencia al choque
de marcos o choque de culturas – la historia del milagro Griego- que desempeñó
un papel importante en el surgimiento de la ciencia griega. De la que extrae
una importante conclusión crítica: el conocimiento humano es falible. Cuyo
resultado es la aplicación del método
del análisis crítico a la producción del mito, al intento de comprender y
explicar el mundo por nosotros mismos.
Señala, que la lógica
no acepta ni niega el mito del marco, sino que podemos tratar de aprender unos
de otros y que lo que se consiga dependerá de la buena voluntad, de nuestra situación histórica y de nuestra
posición ante los problemas. Mediante la
racionabilidad.
Una de las primeras tareas
de la razón humana es hacernos
comprensible el universo en el que vivimos que está en función de la ciencia e incluye dos componentes; El primero es la evidencia poética a
través de la que se procura comprender y explicar el mundo, la vida y la muerte
humanas, mediante la invención de historias, mitos, de los pueblos o tribus con
relatos explicativos. El segundo
componente: es la invención de la crítica, de la discusión crítica de los
diversos mitos explicativos, con el fin de mejorarlos conscientemente. Lo que
para Karl es una tradición escolar, basada en conjeturas.
La tradición critica
se fundó con la adopción del método
según el cual se criticaba un relato o explicación heredada y luego se procedía
a crear un nuevo relato imaginario mejor que el anterior, el cual se sometía a
su vez a la crítica. Lo que debemos de aprender es que la victoria en el debate
no es nada, mientras que la menor clarificación
del problema propio, incluso la menor contribución a una comprensión más
clara de la posición personal o la del
adversario, es un gran éxito.
En tal sentido la
discusión racional es rara. Pero es un ideal importante, y se puede aprender a
gozar de él. No apunta a la conversión,
y es modesto en sus expectativas. Cuando
una discusión no logra expectativas se convierte en un pesimismo general
relativo a la utilidad de las discusiones, esta actitud es sana, pero
conlleva al relativismo, esto es que no hay verdad absoluta u objetiva, sino
más bien una verdad para cada una, indistintamente. En la medida en que solo
nos hallemos ante reglas o costumbres convencionales, no hay peligro en tomar
demasiado en serio el mito del marco.
El relativismo
cultural y la doctrina del marco cerrado son serios obstáculos a la disposición
de aprender de los demás. Son obstáculos al método de aceptar ciertas
instituciones, modificarlas, aceptar otras y rechazar lo que es malo. Hay otros
que sostienen el mito de que no se puede discutir racionalmente los marcos de
leyes y costumbres. Afirmando que la moral es idénticas a la legalidad, la
costumbre o el uso, y que, por lo tanto, es imposible juzgar, o incluso
discutir, si un sistema de costumbres es moralmente mejor que otro.
A juicio de Karl, la
relatividad ontológica , aunque es un
obstáculo para una comunicación fácil, puede dar muestra de inmenso valor en los casos más importantes de choque
cultural, siempre que se la pueda superar,
puesto que los participantes pueden liberarse de prejuicios
inconscientes, adquiridos al dar inconscientemente, por supuestas ciertas
teorías.
Señala que
vivimos en una suerte de prisión
intelectual, establecida por reglas estructuradas por nuestra lengua. Las
prisiones son los marcos, y aquellos a quien no le gusten las prisiones se
opondrán al mito del marco. Darán bienvenida a discusiones con un compañero que venga de otro marco,
pues eso le dará la oportunidad de descubrir las cadenas que hasta ese momento
no habían sentido, romperlas y trascenderse. Pero no hay duda de que esta
evasión de la prisión personal no es una cuestión de rutina, solo puede ser el
resultado de un esfuerzo crítico y creador. La transición de un marco viejo a
uno nuevo se ve como un proceso que no debe estudiarse desde el punto de vista
lógico (pues en lo esencial, no es
total, sino solo mayormente racional), sino desde un punto de vista psicológico
y sociológico.
Así, las discusiones
se pueden prolongar indefinidamente. Y aunque siempre hay intentos por transformar la sociedad de los científicos en
una sociedad cerrada, estos intentos no han tenido éxito. Los sostenedores del
mito del marco distinguen; periodos racionales de ciencia, que se desarrollan
en el seno de un marco (que pueden
describirse como periodos de ciencia cerrada o autoritaria) y periodos
de crisis y revolución (descrita como salto cuasi irracional de un marco a otro). No hay duda que existen científicos que
siguen las huellas de otros, o ceden a
la presión social y acepten una nueva teoría, por que la han aceptado los
expertos, las autoridades. Karl, admite que hay modas de ciencia y también
presión social.
El método de la
ciencia, el método de la discusión crítica, es lo que nos permite trascender no
solo nuestro marco culturalmente adquirido, sino también nuestro marco innato. Distingue
de modo lógico dos métodos: un método equivocado de
crítica,
que conduce al dogmatismo, a un regreso al infinito o a una doctrina
relativista de marcos racionalmente inconmensurables, y por el contrario un
método correcto de crítica, que
consiste en comparar las consecuencias de diferentes teorías (marcos) y tratar
de descubrir cuál de las teorías o marcos en competencia tienen consecuencia
preferibles para nosotros. Así, la fiabilidad de nuestros métodos trata de
sustituir todas nuestras teorías por otras mejores. Tarea difícil, pero no
imposible. Podemos escoger la persecución de una meta o un objetivo, como la meta de comprender
mejor el universo en que vivimos, y comprendernos mejor a nosotros mismos como
parte de él, lo cual es independiente de las teorías o los marcos particulares
que construimos para tratar de satisfacer ese propósito.
En conclusión, Karl
señala que los marcos, como las lenguas pueden ser barreras, incluso prisiones,
pero no son marcos absolutos, podemos irrumpir en el de la misma manera que podemos evadirnos
de nuestro marco, de nuestra prisión: será difícil superar barreras, vale la
pena intentarlo, pero es probable que
compense nuestros esfuerzos ampliando
nuestro horizonte intelectual y ofreciéndonos
una buena dosis de placer. Lo mismo ocurre con la superación de la barrera de un marco. Una superación de esta índole es
para nosotros un descubrimiento, a menudo ha conducido a una superación en ciencia,
y es posible que vuelva hacerlo.
Resumen presentado por: Nancy Carlos Rojas
Ojalá vuelvan a publicar algo
ResponderEliminar